Nuestra empresa se encuentra habilitada para gestionar los permisos especiales otorgados por la Dirección de Obras Sanitarias de la Municipalidad de Paraná a fin de no generar multas por arrojar agua a la calle.
El agua utilizada para consumo humano debe reunir una serie de requisitos para asegurar su potabilidad, esto es la ausencia de bacterias y parásitos.
Normalmente, el organismo proveedor garantiza la calidad del agua que suministra, pero está fehacientemente comprobado que es la red interna o domiciliaria donde se producen las mayores contaminaciones bacterianas.
Estas contaminaciones traen aparejadas las llamadas enfermedades de origen hídrico como por ejemplo: fiebre tifoidea, disenterías, amebiasis y diarreas.
Las zonas más vulnerables de la red son las que corresponden a tanques elevados y depósitos de almacenamiento que durante largos periodos no reciben ningún tipo de limpieza y mantenimiento transformándose en focos infecciosos de alto riesgo para la salud.
El agua contaminada no debe utilizarse para: Higiene personal, lavado de alimentos, lavado de utensilios y beber.